COSAS QUE VER Y HACER EN GRUISSAN
EL PUEBLO
Encaramado a 35 metros sobre el nivel del mar sobre un saliente rocoso, desde el castillo se vigilaban los barcos que se dirigían al puerto de Narbona. Desde hace más de mil años, es la vigía el pueblo en derredor.
AYROLLE
Las cabañas de pescadores se alinean en torno a un pequeño puerto de los años 80, donde se perpetúa la tradición de la pesca artesanal. A lo largo de todo el año, los pescadores surcan las aguas de la laguna en sus coloridas embarcaciones en busca de lubinas, mújoles, doradas, lenguados, barbudas y anguilas.
LA CAPILLA DE NOTRE-DAME DES AUZILS
Se accede a la capilla por una pequeña carretera bordeada de pinos, en el corazón del macizo de la Clape. La subida a la ermita comienza por el camino del cementerio marinero, también conocido como "Allée des Naufragés" (calle de los náufragos). La capilla está dedicada a la Virgen, patrona de los marineros.
LOS CHALETS
Aquí se respira un poco el aire de la costa Oeste americana, sin vallas ni jardines cerrados, porque estamos en pleno ámbito litoral. Los chalets sobre pilotes fueron inmortalizados por Béatrice Dalle y Jean-Hugues Anglade en la película “37°2 le matin”, de Jean-Jacques Beineix. En total hay 1.330 chalets y es un paraje único en el mundo.
LAS SALINAS
Las Salinas de Gruissan son ideales para descubrir un producto totalmente natural: la sal. Este oro blanco en bruto es transformado en cristales por los maestros salineros. La majestuosidad de este lugar te conquistará, como ya ha conquistado a los miles de aves migratorias que encuentran aquí su refugio.
