“Es mi momento. Estoy muy contento. Nuestro plan era jugarnos el sprint con Gerben Thijssen o conmigo. En la parte final me encontrado muy bien colocado y he creído que podía disputar la victoria, así que he jugado mis cartas”
“Es un triunfo enorme: ganar en el Tour significa que me he impuesto a los mejores velocistas del mundo. Esta victoria representa muchísimo para mí; también para mi equipo, que lleva años esperando ganar una etapa; para mi país, que nunca había ganado en el Tour; y para toda África, que llevaba años sin conseguirlo igualmente. Nunca lloro, pero sí estoy llorando por dentro. No tengo palabras”