Hay motivos de peso para pensar que el maillot amarillo podría encontrar un nuevo dueño en Boulogne-sur-Mer, donde seremos testigos de la primera llegada explosiva del Tour 2025, escaparate para los puncheurs del pelotón. Las colinas de Artois and Boulonnais pesarán ya en las piernas de los corredores cuando les toque enfrentarse a dos duras pruebas al borde del mar, concretamente Saint-Étienne-au-Mont, con un desnivel de hasta el 15 % y, posteriormente, Outreau, a falta de poco más de cinco kilómetros para la meta. Tras estos escollos los corredores tendrán que vérselas con un exigente repecho de un kilómetro que sin duda determinará el desenlace de la etapa.
Comentario de Christian Prudhomme
29 octubre 2024
- 12:35
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