- El recorrido del Tour de Francia 2025, cuyos detalles ha desvelado hoy Christian Prudhomme en el Palais des Congrès de París, incluye prestigiosas cumbres, como Luchon-Superbagnères, el Mont Ventoux y el Col de la Loze, en esta ocasión desde el lado de Courchevel. Antes de vérselas con estos colosos, los aspirantes al maillot amarillo tendrán la oportunidad de marcar la diferencia en las dos contrarrelojes de la carrera, la primera en llano en Caen y la segunda desafiando la gravedad en Peyragudes.
- Esta 112ª edición, cuyo itinerario discurrirá íntegramente por territorio francés tras el Grand Départ en Lille, rinde también homenaje a las grandes leyendas del ciclismo francés, desde Jean Robic hasta Laurent Fignon, pasando por Louison Bobet, Jacques Anquetil y Bernard Hinault.
- El Tour 2025 marcará además el 50º aniversario del maillot de lunares, la clasificación del mejor joven y la primera llegada a los Campos Elíseos de París.
¡La cuestión era no salirse ni un milímetro del Hexágono! El anuncio del Grand Départ en el norte de Francia se produce tras tres ediciones lanzadas en Dinamarca, España y, más recientemente, Italia. La 112ª edición de la ronda nos deleitará con 3.320 kilómetros en territorio francés desde el pistoletazo de salida el próximo 5 de julio en la Esplanade du Champs de Mars en Lille hasta la meta final del 27 de julio en un escenario que sabe a déjà vu pues será la 50ª ocasión que el pelotón culmine su gesta en la avenida de los Campos Elíseos en París. Este aniversario no es exclusivo de la meta, pues 1975 marcó también la irrupción del maillot de lunares en el Tour y la clasificación del mejor joven, con su característico maillot blanco. Estos aniversarios aspiran a su vez a rendir tributo a las grandes leyendas del ciclismo francés, a quienes el recorrido hará numerosos guiños, ofreciendo a los corredores oportunidades para despuntar. Tras un primer acto en el norte pensado para el lucimiento de los puncheurs en Boulogne-sur-Mer (et. 2), la carrera se adentrará con un ritmo igualmente trepidante en Normandía, donde los corredores pelearán por coronarse en Rouen, tierra del mítico Jacques Anquetil (et. 4). El capítulo siguiente llevará al pelotón a escalar la Suiza normanda hasta Vire, y despejará toda duda, si es que aún la había, de la capacidad de la región para acoger un etapa, con 3.500 m de desnivel positivo acumulado (et. 6).
En Bretaña, el paso por Yffiniac nos recordará los 40 años transcurridos desde la última victoria de Bernard Hinault, aunque el homenaje dará enseguida paso a la acción con la doble ascensión al Muro de Bretaña al final del día (et. 7). El día siguiente, en Saint-Méen-le-Grand, viviremos un genuino viaje al pasado, concretamente a la tercera victoria consecutiva conquistada hace 70 años por el héroe local Louison Bobet. La primera semana tocará a su fin el 14 de julio con fuegos artificiales en la cadena de los Puys, con un récord de siete ascensiones de segunda categoría antes de la llegada a la estación del Mont-Dore, a los pies del Puy de Sancy (et. 10). Acto seguido, el Macizo Central servirá de calentamiento al triplete pirenaico, que arrancará con una etapa en dirección a Hautacam (et.12), seguida de una lucha contra el reloj (y la gravedad) en la ascensión a Peyragudes (et. 13) y, la guinda del pastel, el regreso a Luchon-Superbagnères (et. 14), en un recorrido que reproduce al milímetro aquel en el que Blaireau vivió en 1986 una primera derrota en su duelo frente a Greg LeMond.
Los corredores se enfrentarán a un segundo festival rompepiernas en la Provenza, donde los escaladores querrán brillar en lo alto del imponente Mont Ventoux (et. 16), doce años después de la primera meta final a los pies del observatorio. La conquista del maillot amarillo quedará aún lejos, pues los corredores deberán lidiar antes con los Alpes. Les aguardarán en total 5.500 metros de desnivel positivo en la ruta hacia el Col de la Loze, en esta ocasión pasando por la estación de Courchevel (et. 18). Y, si la carrera sigue abierta, los correderos tendrán aún la etapa de La Plagne (et. 19) para dar un giro de guion, al término de una ascensión que consagró en dos ocasiones a Laurent Fignon, en 1984 y en 1987. Los relieves del Jura en la carretera al Pontarlier (et. 20) no deberían hacer tambalear el podio final, ni la vuelta de la meta a los Campos Elíseos, donde cabe pensar que seremos testigos de una reedición (y revancha) de los sprints de Dunkerque (et. 3), Laval (et. 8), Châteauroux (et. 9), Toulouse (et. 11) o Valence (et. 17).