El anuncio de la salida de la 112ª edición del Tour de Francia se dió en una rueda de prensa en la Prefectura del Norte. En 2025, el Grand Départ será un escaparate perfecto para la región de Hauts-de-France, el departamento del Norte y la Metrópolis Europea de Lille.
La primera etapa tendrá lugar el 5 de julio, con un bucle alrededor de Lille; a continuación, la región de Pas-de-Calais será la protagonista, con una travesía este-oeste entre Lauwin-Planque y Boulogne-sur-Mer; el pelotón saldrá de Valenciennes, de vuelta al recorrido del Tour después de 34 años; Dunkerque, Grand Départ en 2001 y ciudad de salida del Tour 2022, acogerá la llegada de la tercera etapa; por último, la salida desde Amiens pondrá un broche de oro al recorrido por Hauts-de-France, antes de poner rumbo hacia otros horizontes.
El Norte de Francia acogerá a nuevos gigantes. Lejos de los que estamos acostumbrados a ver en los carnavales, las kermesses (ferias), los mercadillos o la París-Roubaix, estos gigantes son 176, de talla humana, en bicicleta, dispuestos a batirse en duelo por las llanuras, los valles y las montañas de Francia. El Norte conoce muy bien a los gigantes del ciclismo: 2 vencedores (Maurice Garin, en 1903, Henri Cornet en 1904); 7 maillots amarillos (Jean Alavoine en 1922, Amédée Fournier en 1939, José Catieau en 1973, Martial Gayant en 1987, Cédric Vasseur en 1997, Laurent Desbiens en 1998 y Christophe Moreau en 2001); una leyenda como Jean Stablinski, con más de 100 victorias profesionales, incluidas 5 etapas en el Tour de Francia entre 1957 y 1967, un título de Campeón del Mundo (1962) y 4 títulos de Campeón de Francia (1960, 1962, 1963, 1964).
Por 5ª vez, el Tour de Francia arrancará desde esta tierra de ciclismo, cuna de la París-Roubaix. En 2001, en el último Grand Départ de Dunkerque, Christophe Moreau se vistió de amarillo tras el prólogo. Esta vez, en esta etapa en línea, la batalla por el primer maillot amarillo se librará a gran velocidad y habrá que estar en plena forma para ganar en el país de los gigantes.
La Metrópolis Europea de Lille, primera sede de este Grand Départ, será también el lugar de su primera llegada. El viento será un factor decisivo en esta etapa en torno a la ciudad de Lille: rodando por carreteras expuestas, habrá que estar muy atento para no quedarse atrapado. La lucha por el maillot del mejor escalador será el preludio a la batalla por el maillot amarillo: las subidas a Notre-Dame-de-Lorette, al Mont Cassel (en su sector adoquinado) y al Mont Noir, a unos cuarenta kilómetros de la meta, serán los objetivos de las primeras escapadas de este año. Los sprinters se disputarán probablemente la victoria al final de una recta de un kilómetro a los pies de la ciudadela.
Al día siguiente, el pelotón partirá del departamento del Norte, atravesará el Pas-de-Calais y afrontará un duro final en la Côte d'Opale antes de llegar a la meta en Boulogne-sur-Mer. El final de esta segunda etapa está diseñado para los atacantes y le pondrá las cosas difíciles al ganador de la etapa de la víspera si es un sprinter puro. Además de una recta final cuesta arriba, los repechos de Saint-Etienne-au-Mont y Outreau, a menos de diez kilómetros de la meta, seleccionarán a los corredores más fuertes del pelotón.
Volvemos al Norte el lunes 7 de julio, para esta última etapa que transcurre íntegramente en la región de Hauts-de-France. Entre Valenciennes y Dunkerque, esperamos un pelotón vigilante y tenso. La salida de Valenciennes y la primera parte de la etapa no presentan especiales dificultades, a diferencia del tramo final hasta Dunkerque, que podría resultar extremadamente complicado. Tras el sprint intermedio de Isbergues, muy conocido por los aficionados al ciclismo, el recorrido rumbo al Norte, hacia la Côte de Cassel, y luego el final de la etapa prometen ser espectaculares si el viento se levanta. El martes 8 de julio, en Amiens, capital histórica de Picardie, el Tour abandonará la región de Hauts-de-France para dirigirse hacia un destino aún desconocido...
