(entre lágrimas) Estoy muy emocionado. Ganar este Tour de Francia con el equipo es muy especial. Hoy hemos vivido un escenario soñado. Jonas es un ciclista fortísimo, y también una muy buena persona. Quiero dar las gracias a todos mis compañeros, a todo mi equipo, por estas tres semanas tan especiales.
¿Por qué estoy llorando? Porque estoy muy cansado después de tres semanas y lo he dado todo hoy. Yo quiero ganar carreras, y hoy quería ganar la etapa, pero también que Jonas se llevara el maillot amarillo. Él tiene un corazón tan grande que me quiso ceder la victoria.
La contrarreloj era muy rápida y había que guardar algo para los kilómetros finales, en los que se afrontaban varias subidas. Dosifiqué mi esfuerzo muy bien y llegué con fuerzas al final. En el plano técnico no cometí ningún error. El repecho final hasta llegar a esta ciudad tan bonita fue precioso.