No sabía que había ganado. Pensaba que había sido un segundo más lento que Froome. Estaba mirando si había sido segundo o tercero… Y de repente estaba el primero. Qué locura.
¡Ha sido un día increíble! Esta mañana estaba gruñón, por decir algo, porque nos hemos dado cuenta de que había perdido mi mono de contrarreloj. Por suerte, nuestro patrocinador técnico es del País Vasco y, pese a estar de vacaciones, llamó a una costurera jubilada para que me confeccionara un mono nuevo a toda prisa y traérmelo esta mañana. Gracias a eso he podido correr con el maillot arcoíris.
La etapa de ayer fue dura para mí, pero hoy me he desprendido de toda la frustración. Es fantástico terminar el Tour con una victoria de etapa. En cuanto a la general, no tengo nada que lamentar: ganó el mejor. Geraint Thomas merece este Tour de Francia.