Crucé la línea de meta, y como sólo pude ser tercero, miré hacia atrás y vi a Chris Froome poco más atrás. Calculando rápidamente pensé que el maillot amarillo era mío y sentí una gran emoción cuando me lo confirmaron. Es una gran satisfacción. No quiero pensar en mañana porque vi el recorrido y sé que es una etapa muy peligrosa. Sabemos por carreras anteriores que las etapas cortas pueden hacer mucho daño. A pesar de sus lesiones, mis compañeros estarán a mi lado para defender el maillot amarillo. Empezaré la etapa de mañana con la misma serenidad que he mantenido estos últimos días. París está un poco más cerca.
Entrevistas
13 julio 2017
- 19:06
Fabio Aru: "Una gran emoción"