“Es increíble. Todavía me cuesta creérmelo. Ganar la etapa reina del Tour de Francia. Si alguien me lo hubiera dicho ayer, no me lo hubiera creído. No puedo comparar, porque ganar con la maglia rosa en el Giro también fue muy fuerte. Pero hoy ha sido un día muy especial… ¡y encima mañana descansamos! Así que voy a disfrutarlo incluso más. Mi primera semana en el Tour fue muy complicada, pero el equipo me transmitió su confianza y su apoyo. Me dijeron que atacara cuando lo sintiera. Creo que soy el primer holandés en conseguir una victoria en las tres grandes. Es una maravilla poder hacer historia. He sufrido hasta el final, la lluvia ha sido lo de menos. Estaba en modo sufrimiento, y punto”.
“En la subida final, tenía miedo de que me cogieran. Sentía que mi potencia iba disminuyendo y que era cada vez más difícil aguantar. Ha sido durísimo. Cuando he cruzado la línea de meta he pensado: ‘Joder, lo he conseguido'. A estas alturas de mi carrera, todavía no me veo capaz de luchar por un Top 10 de la general, pero quizá dentro de unos años sí. Aquí siempre he dicho que venía a ganar etapas…y no necesariamente contra el reloj”.
