Andorra: alto y claro (3/6)

¿A qué jugamos?
Si nos centramos solo en las cifras, se trata de la etapa de alta montaña más dura del tour con 4.960 metros de desnivel positivo. En cualquier caso, estamos ante la gran cita pirenaica del año, tras dos etapas que conforman una entrada “in crescendo” en el primer gran macizo montañoso del Tour. En esta nueva jornada de carrera, solo los corredores más fuertes y hábiles podrán hacer frente a las cinco ascensiones españolas y andorranas. Sobre todo cuando los equipos de los favoritos aprieten las tuercas. La subida a Arcalis, aunque poco propicia para conseguir grandes diferencias de tiempo, dejará en evidencia quién está en forma y quién no…

Seguro que lo tienen pensado…
Los rivales y los espectadores están acostumbrados a que Chris Froome asesté un gran golpe en la primera gran cita con la alta montaña, como en 2013 en Ax-3-Domaines o en Pierre-Saint-Martin el año pasado. Así que todos estarán pendientes de su actitud y su pedaleo. Y sus rivales estarán preparados para reaccionar, ya que los principales le tienen especial cariño a los Pirineos. Alberto Contador se sentirá como en casa, sobre todo desde su primera victoria de etapa en el Tour en el Plateau de Beille en 2007. Por su parte, Nairo Quintana, ha convertido la Ruta del Sur en un lugar fetiche para su preparación del Tour (ganador en 2012-2016) y recordará tal vez a su compatriota Oliveiro Rincón, que le mostraba el camino al adjudicarse la primera etapa con meta en Arcalis de la edición 1993.

Fabio Aru también está vinculado para siempre con el Principado de Andorra, al hacerse con el maillot rojo del líder de la Vuelta en la meta de Cortals d’Encamp, el año pasado en septiembre. Esta etapa 100% andorrana la ganaba en su día, Mikel Landa, su entonces compañero, ahora miembro del equipo Sky. Aquí Joaquim Rodriguez saboreaba la decepción: el líder de Katusha no solo se quedaba sin la victoria, sino que además perdía puestos en la general. Sin embargo, el desafío que se anuncia para este 10 de julio le viene como un guante a “Purito”, español residente en Andorra, así que puede que esta etapa se haya convertido en su gran objetivo del verano.

Un poco de historia
La última meta del Tour en Andorra se remonta a la edición 2009, para una etapa que salía de España, concretamente de Barcelona. El camino hacia Arcalis ofrecía a Brice Feillu, en el inicio de su carrera profesional, la posibilidad de realizar el mejor recital de su carrera. Por su parte, Jacques Anquetil guarda un recuerdo más doloroso de Andorra, en su primera visita del Tour al país, en 1964. Durante la jornada de descanso, el corredor saboreaba un “mechui”, cordero asado a la brasa, que no conseguiría digerir bien. Al día siguiente, en la subida del Port d’Envalira tras el inicio de la carrera, Anquetil cedía cuatro minutos frente a Bahamontes y a Poulidor. Sin embargo, tras esa pájara, descendía a tumba abierta para recuperar su retraso y sus posibilidades de ganar un quinto Tour de Francia, victoria que quedaría cantada tras la etapa de Puy-de-Dôme.

Club ES
app_es