Todavía no ha cumplido su Sueño Amarillo pero sí ha empezado este Tour de Francia batiendo un récord, el de afluencia de periodistas en la rueda de prensa pre-Tour. Señalado como la gran amenaza de Chris Froome, tiene argumentos para ello: sus dos segundos puestos en la Grande Boucle, en 2013 y en 2015. Nairo Quintana es un imán para los pronósticos y para las cámaras. Su estilo, directo y discreto, se refleja en el hecho de que no le tiembla el pulso a la hora de hablar de sus objetivos: «Teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de los rivales, será más difícil que nunca ganar el Tour, pero nuestro equipo está preparado así que estoy convencido de que es posible», declara el colombiano, que se presenta por primera vez como líder en solitario del equipo Movistar.
Además, no ha esquivado las numerosas preguntas sobre su esperado duelo con Froome, al que parece haber estudiado bajo todos los ángulos: «He entrenado para contratacar los arranques de Froome. Cuando se va no hay quien le siga. Ya lo vimos en la Pierre-Saint-Martin el año pasado. No soporté el ataque entonces…veremos si este año aguanto. Tiene muy pocos puntos débiles, desde la Vuelta 2011 es el corredor que más carreras ha ganado pero si tuviera que destacar alguno quizás sería la tercera semana. Por mi parte no sé si estoy más fuerte pero sí más tranquilo y con más ganas».
