En vísperas de que arranque el Tour más abierto de la historia, las formaciones han seguido desfilando por la sala de ruedas de prensa para evocar, que no desvelar, sus planes de cara a las tres próximas semanas. Los pronósticos de victoria de mañana se conocen desde hace tiempo y raro es el que no coincide en señalar a Tom Dumoulin, Fabian Cancellara o Tony Martin como claros favoritos para hacerse con el primer Maillot Amarillo en Utrecht.
No tardarán en ser los sprinters los que estén en el punto de mira de todas las elucubraciones. A partir de la etapa de Zelanda, las miradas estarán puestas en Mark Cavendish que vuelve a probar suerte en la Grande Boucle después de su caída en Harrogate el año pasado. “He echado de menos el Tour y espero estar en las mismas condiciones que en 2014”, decía Cav, evitando las comparativas con sus futuros rivales en la línea de meta. El discurso del ganador del Tour de Flandes, Alexander Kristoff, igual de medido que el de su compañero, reflejaba un estado de ánimo más neutro: “Me siento bien, hemos trabajado mucho con el equipo y todo funciona perfectamente. Creo que todo va a ir bien”. El noruego vigilará, como en otras ocasiones, a Peter Sagan o André Greipel pero también al recién llegado Michael Matthews, especialmente motivado tras la frustración sufrida por su abandono antes de la salida de la ronda en 2014: “Estaba muy estresado preparando el Tour. Por eso me caí”, reconoce el sprinter australiano. “Este año he hecho las cosas correctamente. Es posible que no vaya a lanzarme en los sprints en llano contra Greipel y Cavendish, sino más bien en los que piquen un poco hacia arriba que me vienen mejor a mí y a todo el equipo”.
En ciclismo siempre se espera que los corredores más completos tengan los papeles protagonistas de la función que es el Tour de Francia. Pero también son, sin duda, los más hábiles y sutiles a la hora de jugar del despiste, virtudes que salen a relucir cuando se trata de exponer sus objetivos. Preguntado por su capacidad para llevar a cabo el reto del doblete Giro-Tour, Alberto Contador deja lugar a la imaginación: “De cabeza estoy bien, el cuerpo es mi desafío. En cualquier caso, considero el reto Giro-Tour como una sola victoria”.
Nibali también se propone un doblete, pero de otro tipo. El italiano quiere revalidar su título de campeón pero no quiere desvelar sus intenciones tan pronto, por eso prefiere pasarle la patata caliente al colombiano Nairo Quintana. “Creo que el favorito es él porque evoluciona un paso por encima de los demás”. El señalado, subcampeón del Tour de Francia 2013, responde: “puede pensar que soy el favorito…pero pienso que es él junto con Contador”. Sin menospreciar a Chris Froome, ha sido el menos citado por sus tres rivales. Sin embargo, Froomie y sus acólitos del Team Sky se han llevado el premio a la mayor afluencia de periodistas en su rueda de prensa, la última de la jornada. Su manager, Dave Brailsford ha sido, sin sorpresa, el más enigmático de los ponentes del día: “Estamos aquí para ganar el Tour, pero quién sabe lo que puede pasar”. Tampoco iba a ser Froome el encargado de mojarse pero sí ha dicho que le acompañaba “el equipo más fuerte del pelotón”. “Sé que Nibali es el más peligroso en la primera semana, que Alberto está en una forma increíble y que Nairo estará presente en la montaña. Por eso, cualquier oportunidad es buena para ganar tiempo. Si puedo arañar 20 segundos mañana, intentaré hacerlo”. Preparados, listos…¡hagan juego señores!