Nibali toca el cielo, Contador el asfalto

Sagan y Purito, en la fuga
Lieuwe Westra (Astana) y Thomas Voeckler (Europcar) han sido los dos primeros corredores en darse a la fuga tras dos kilómetros de carrera. En un primer momento les han seguido Visconti (Movistar), Riblon (AG2R), Moinard (BMC), Irízar (Trek) y Gérard (Bretagne). Este pequeño grupo inspiraba en el km 7 a Peter Sagan (Cannondale) y Joaquim Rodríguez (Katusha), acompañados de Barta (NetApp), que decidían emprender una persecución que lograba su objetivo en la ascensión al Firstplan, en el km 26.

Kwiatkowski, en busca del maillot amarillo
Peter Sagan se aislaba en el descenso para buscar su primera victoria en un esprint intermedio desde el inicio de este Tour. La fuga se rearmaba poco tiempo después, pero la ascensión al Petit Ballon cambiaba la fisionomía de la carrera. Entre tanto, un grupo de perseguidores se salía del pelotón, entre ellos Kwiatkowski, Martin (OPQS), Taaramae (Cofidis), Hollenstein y Wyss (IAM). En la ascensión al puerto de Platzerwasel, en el km 64, alcanzaban la cabeza de carrera y formaban un grupo ligeramente remodelado integrado por 13 corredores, con Sagan (Cannondale), Kwiatkowski, Martin (OPQS), Riblon (AG2R), Irízar (Trek), Taaramae (Cofidis), Wyss (IAM), Barta (NetApp), Rodríguez (Katusha), Voeckler (Europcar), Moinard (BMC), Visconti (Movistar) y Westra (Astana). En el Platzerwasel, la ventaja de 4’15’’ sobre el pelotón colocaba a Kiatkowski en posición de líder virtual de la general.

Caída y abandono de Contador
En el descenso posterior al Petit Ballon, en el km 62, Alberto Contador daba con sus huesos en el suelo y se lesionaba la rodilla derecha. Los cuidados médicos le hacían perder en torno a cuatro minutos sobre el pelotón, al que trató de reincorporarse después en compañía de sus compañeros de equipo. Sin embargo, tras una veintena de kilómetros de esfuerzo, el líder del Tinkoff-Saxo tiraba la toalla y se subía al coche de su director deportivo.

Lotto y Astana, al contraataque
A 50 kilómetros de la meta, los corredores del Lotto-Belisol, mano a mano con los hombres del Astana, se relevaban al frente del grupo para dar caza a los fugados, entonces solo 9. La fuga, liderada de forma ininterrumpida por Tony Martin y Michal Kwiatkowski, contaba con una ventaja de 2’20” en los tramos más duros de la ascensión al puerto de Chevrères. Después del trabajo realizado por Tony Martin, ha sido Kwiatkowski quien ha puesto punto y final a la aventura colectiva, si bien el propio polaco era adelantado en los duros repechos del último kilómetro por Joaquim Rodríguez, enchufado hacia la conquista del maillot de lunares. En esa misma ascensión perdía el contacto con el grupo de los favoritos y, de paso, el maillot amarillo Tony Gallopin.

Purito se tiene que conformar con los puntos
Los daños son más que considerables en la ascensión al puerto de Chevrères, donde el pelotón pierde también a Talansky, Rolland y Van den Broeck. La criba, sin embargo, sería aún más dura en la ascensión final de la etapa. Rodríguez la afrontaba conjuntamente con Kwiatkowski, pero le dejaba atrás justo antes de encarar los últimos 5 kilómetros. Todo parecía enfilado para Purito, pero la llegada a la Planche des Belles Filles le tenía reservado un destino bien distinto. A falta de 3 kilómetros para la meta, Vincenzo Nibali lanzaba un durísimo ataque contra sus rivales más directos en el grupo de los favoritos, y también contra Rodríguez, a quien dejaba atrás bajo la pancarta roja para adjudicarse su segunda victoria de etapa en el Tour de Francia. Por detrás del campeón italiano, Thibaut Pinot atacaba para cruzar la meta en segunda posición, adelantando a un pequeño grupo integrado por Richie Porte, Alejandro Valverde, Jean-Christophe Péraud y el nuevo maillot blanco Romain Bardet.